“La lectura hace al hombre
completo; la conversación,
ágil, y el escribir, preciso”
.
Sir Francis Bacón
ágil, y el escribir, preciso”
.
Sir Francis Bacón
“La lectura se
convierte en placer sólo cuando entra en
juego nuestra capacidad de creación, es decir, cuando
se tiene la habilidad de activar nuestras capacidades”.
juego nuestra capacidad de creación, es decir, cuando
se tiene la habilidad de activar nuestras capacidades”.
Wolfgang Iser
La propuesta está orientada a fortalecer los procesos en la lectura y escritura de nuestros niños
y jóvenes; teniendo en cuenta las pruebas SABER de acuerdo a lo emanado por el
Ministerio de Educación Nacional quien a su vez resalta la importancia de
formar lectores competentes en cada una de las áreas del conocimiento.
Basados en el placer de
leer, reconocemos que en las primeras edades de la escolaridad leer es uno de
los mayores goces cuando hemos sabido estimular en los niños el deseo de
aprender e imaginar para recorrer el mundo de la fantasía.
Para el niño y
adolescente, leer se convierte en una aventura cuando descubre que puede
a través de ella, recorrer el mundo, y se siente motivado si los que
están a su alrededor, también gozan con esta actividad y la convierten en
hábito cotidiano leyendo con agrado todo lo que llega a sus manos.
Inmersos en la cultura
audiovisual, nuestros jóvenes están habituados al ritmo en ocasiones frenético
de las imágenes, a una narrativa donde prevalece la intensidad de lo que se ve sobre el discurso que se escucha. Son
generaciones que han desarrollado
más las emociones que el pensamiento lógico.
En
consecuencia, junto al fortalecimiento de habilidades comprensivas y críticas (capacidad de atención, de observación, de
establecer relaciones y de argumentar puntos
de vista o impresiones), debemos tener en cuenta su sensibilidad,
sus resortes para la empatía, su carácter curioso, su espontaneidad, su
fantasía e intuición. Apostamos a la
lectura como vivencia individual y colectiva, no por el comentario de texto al uso,
cuyas fases sean contenido de aprendizaje sin eficacia sino por el contrario la
más maravilla forma de conocer.
¿Leer es aprender?
Leemos la vida misma al abrir los
ojos y darnos cuenta que existe un mundo alrededor nuestro. Aprendemos
aún antes de nacer, a través de todos los sentidos y no dejamos de
aprender hasta el momento de morir. Interpretamos todo, “leemos todo”.
Aún los niños más pequeños “leen” y es que leer no es codificar y decodificar
símbolos escritos.
Es en este sentido el de leer
todo, que aprendemos… y en razón de ello, hemos de
destacar la importancia del código oral, que acompaña a la lectura
cuando los más pequeños aprenden a leer imágenes y a partir de ellas, elaboran
inferencias, fijan su atención en las distintas escenas, las ven como compartimentos
independientes y desarrollan su percepción visual y auditiva con cada actividad
significativa.
El niño va creciendo y
el acercamiento visual, sigue siendo importante. Las lecturas sencillas,
con letras grandes y frases cortas le animan a leer textos escritos, repetir
palabras o hacer rimas ligeras, le ayudan a comprender lo leído. Se apoya
siempre en ilustraciones atractivas con variedad de colores e incluso con
soportes musicales. A ellos les interesan los cuentos de hadas, de magia
y fantasía sin fin.
Conforme va avanzando en
edad, su “curiosidad se interesan por muchas cosas que le rodean, sin embrago
le siguen atrayendo los cuentos maravillosos”, las leyendas y narraciones
fantásticas.
Casi a los 11 o 12 años,
elige relatos de aventuras o sobre exploraciones, de intrigas detectivescas, de
terror, reseñas biográficas, narraciones históricas, y antologías poéticas
donde puedan sentir el amor, la libertad, la solidaridad, la amistad, la naturaleza,
el misterio... Además, los cuentos fantásticos le llevarán a elegir temas de
ciencia - ficción y los humorísticos, a los giros irónicos. Así descubre nuevos
estilos y géneros que le ayudarán a definir sus gustos o preferencias.
En adelante, ya en la
secundaria alta, los estudiantes, con suficiente autonomía, sabrán elegir sus
propias lecturas, además de las recomendadas por los docentes de la
especialidad y sus inclinaciones irán de la mano con sus inclinaciones
pre - vocacionales y vocacionales, así como la mejor utilización del tiempo de
ocio o premeditadamente dedicado a la lectura de un buen libro. Llamarán
su atención además de aquellos géneros y temática conocida en años anteriores,
buscarán lecturas románticas, épicas, ensayos, de historia, científicas,
sociológicas, filosóficas, entre otras muchas de su elección.
Por otra parte es de
resaltar que esta propuesta se basa en el trabajo de motivación que ejercen los
padres de familia, quienes se convierten en ejemplo para el logro exitoso de la
propuesta, ayudando a la formación de hábitos lectores en los niños que los
lleven a prepararse con responsabilidad y seguridad para cualquier tipo de
prueba o circunstancia presentada o simplemente a para generar cultura a través
de la lectura.
OBJETIVOS
OBJETIVOS
General
Fortalecer el proceso y hábito lector de los estudiantes del grado primero de la I.E Francisco de Paula Santander; a través del desarrollo de habilidades comunicativas y competencias básicas, con una metodología activa –participativa que conlleven a la formación de excelentes lectores con alto desempeño en todas las áreas del conocimiento.
Específicos
- Motivar
y concienciar los estudiantes de la importancia de poseer un
hábito lector.
- Aprovechar
el uso y manejo de espacios con que cuenta la institución que apoyan el
éxito de la propuesta.
- Desarrollar talleres de lectura comprensiva que permitan el
desarrollo de habilidades y competencias; basados en los textos que se
manejan dentro del periodo.
- Valorar
continuamente el desempeño individual y grupal de los estudiantes.
- Aplicar
el uso de reglas ortográficas en la escritura y producción textual.
- Manejar
vocabulario de acuerdo al nivel escolar en que se encuentran los
estudiantes, ampliándose con el uso de la sinonimia y la antonimia de las
palabras.
- Realizar actividades internas de apoyo al proceso como: juegos,
ejercicios de ortografía, dramatizados, folletos, centros
literarios entre otros, además de jornadas de lectura silenciosa en todas
las áreas.
- Cumplir con el cronograma planteado en el grado primero,
dinamizando los procesos que se requieren para profundizar su temática y
contenido.
LA LECTURA EFECTIVA COMO EJE DEL
APRENDIZAJE
REGLAS PARA QUE LA LECTURA SEA
También
es conveniente en la lectura dar rápida ojeada al tema o libro que nos interesa antes de entregarnos a él con mayor detenimiento. Si el libro no
tiene gran valor, bastará con esta primera lectura; pero si en ella advertimos
su mayor trascendencia, entonces será indudable dedicarle una segunda más
cuidadosa y minuciosa. La primera le habrá ayudado a obtener las ideas y puntos
de vista más esenciales que en el tema se mantienen.
Igualmente
en este caso antes de examinar superficialmente un libro, artículo o lectura de
cualquier índole, habrá de hacer los preparativos indispensables: piense sobre
el tema, formule preguntas y plantee problemas que, en la propia lectura,
encontrará resolución adecuada.
Debe
leer las anotaciones de sus lecturas anteriores y evocar las discusiones de que
en el aula fue objeto el tema en cuestión y todo cuanto con él se relacione.
Del mismo modo, descubriendo el estilo o escuela del libro o artículo que lee
le será posible familiarizarse con él y, por consiguiente, obtener el mejor
resultado.
Antes de proceder, si el libro lo merece, a la segunda revisión intensiva y meditada, siga estas indicaciones:
Reflexione sobre el tema que va a leer y fórmese una idea de lo que espera descubrir en él.
Compenétrese, en el mayor grado posible, con el libro y su autor.
Examine superficialmente, con rapidez, la materia de qué trata, para obtener, con esta simple ojeada, un concepto de su conjunto y una idea aproximada del plan seguido.
Tras esta preparación podrá dedicarse por entero a su lectura, teniendo bien presente las normas indicadas a continuación:
Mientras
lea, retenga en su mente el propósito de la lectura. Observe qué relación se
mantiene entre sus propósitos y la finalidad que persigue la lectura. Cuando se
de cuenta de que su mente está distraída y ajena por completo al trabajo,
deténgase, concéntrese y una vez conseguido esto, continúe el pasaje que estaba
leyendo.
Asegúrese
de que haya captado la idea fundamental de cada párrafo. Al final de cada
parte, idea completa o división del tema, deje de leer durante un momento y
describa, con sus propias palabras, la interpretación que le ha sugerido el
pensamiento central, comprobando, de esta manera si concuerda con el autor, lo
que lo convencerá de si ha asimilado o no.
Hágase
preguntas acerca del tema, ampliando con ella su comprensión. Estudie qué
relación tiene con la línea temática. Si el párrafo no está claro, analice cada
una de sus oraciones, y si, aun así, no esclarece sus dudas, entonces
reflexione cada frase e incluso cada palabra. Es preciso conocer con exactitud
el significado de cuantos vocablos compongan la lectura. Aproveche toda ocasión
para, consultando el diccionario, enriquecer su léxico. Si tiene el
convencimiento de haber comprendido perfectamente el párrafo leído, no pierda
tiempo en las frases secundarias y continúe adelante. Únicamente será oportuno
anotar los términos técnicos que vaya encontrando y que, más tarde, necesitará
sin duda. Interrumpiendo de vez en cuando su lectura para recordar lo que acaba
de leer, adopte el mejor método para asegurarse la perfecta asimilación de lo
leído. Esto podrá parecerle un derroche de tiempo, pero la experiencia y
la práctica constante han demostrado que contribuye en gran manera a dar la
debida eficacia al trabajo.
De
todos modos, no deje de suspender con frecuencia su estudio para pensar en lo
que ha leído. Tenga la certeza de que esto le resultará más práctico que una
lectura ininterrumpida.
Aproveche
debidamente el tiempo que dedica a los diferentes puntos de su lectura. Varíe
de modo de leer según los casos. A aquellas partes más importantes y difíciles
de la lectura es a las que debe conceder una mayor atención y el tiempo que sea
necesario, hasta comprenderlas perfectamente. En cambio, las que le sean
conocidas o no ofrezcan duda alguna las leerá simplemente, norma general a
seguir con todo aquello que no corresponda a la finalidad perseguida. El
secreto del estudio está en saber hallar las partes difíciles e importantes de
la lectura y concentrarse en ellas.
Haga
reflexiones críticas acerca de la lectura. Saque sus propias conclusiones y
vaya más allá del libro. Es de muy buen resultado emplear una parte del tiempo
dedicado al estudio en meditar sobre el conjunto de lo que se lee, en vez de
recordar tan sólo determinados fragmentos. La mayoría de los estudiantes
aceptan como verdad indudable cuanto ven impreso en las páginas de un libro.
Más lógica y conveniente es la actitud de quienes sopesan y consideran
cuidadosamente los hechos, opiniones y teorías antes de hacerlos suyos. Nada es
verdad por estar impreso. Ni es verdadero o falso por estar o no de acuerdo con
sus nociones previas. Es aconsejable observar siempre una actitud de crítica
imparcial hacia el tema que lea. Esté dispuesto a creer, pero no sea crédulo
con exceso y analice cuando le digan. Examine seriamente los postulados y
razonamientos sostenidos por el autor en sus conclusiones y nunca formule un
juicio sobre aquello de lo cual no esté absolutamente convencido o no tenga
elementos bastantes para enjuiciar.
En
sus meditaciones, haga preguntas como éstas: ¿Desarrolla el autor verazmente
los hechos? ¿Delimita con exactitud los sucesos de los comentarios? ¿Se ajusta
en sus conclusiones al proceso general del libro? ¿Concuerdan aquéllas con mis
puntos de vista particulares?
Contestándose a estas preguntas, después de meditarlas con detenimiento, fijará sus ideas, estén o no identificadas con las del autor. Sin embargo, sus conclusiones deben ser lógicamente susceptibles de variación, eclécticas, nunca rígidas ni definitivas, ya que es fácil que se equivoque por falta de preparación.
Llegue a formarse un concepto propio, buscando ejemplos y aplicaciones de lo leído, con lo que además, habrá sometido a un análisis crítico las opiniones del tratadista.
Su nueva lectura estimulará constantemente el pensamiento sobre determinado número de temas que se relacionan con ella.
Anote
la idea fundamental de cada trozo leído. Es de gran utilidad señalar los puntos
que se considera importantes a medida que se va llegando a ellos. La manera más
sencilla de hacerlo es trazar una línea al margen de los pasajes que le
interesen. Si son de gran importancia, hágalos resaltar con una doble línea.
Ponga un signo de interrogación al lado de aquellos fragmentos que no entendió
bien o sobre los que tenga necesidad de hacer averiguaciones posteriores. Claro
está que existen muchos sistemas para señalar la lectura, pero es conveniente
que adopte uno, éste u otro, pero siempre el mismo, empleándolo con toda
lectura. Si el libro no es de su propiedad, realice las anotaciones la libreta
o cuaderno aparte destinado a tal fin, para no estropear aquél.
Cuando
al final de cada página, idea o conjunto de ideas se detenga a meditar,
sintetice el pensamiento primordial de lo leído por medio de una nota marginal
lo más resumida posible e incluso marcando el resumen del propio autor. Anote
asimismo cuantas preguntas le haya sugerido y todos aquellos puntos en que su
criterio difiera del que expresa el autor. Haciendo notas críticas y marcando
determinados pasajes de su lectura se verá forzado a pensar y a aprender sobre
lo fundamental de ellos. Además, este procedimiento constituirá una gran ayuda
cuando precise efectuar un repaso o revisión de los estudios o consultar sobre
determinadas cuestiones.
Mientras
lea, trace un esquema mental o escrito del asunto. Repase toda la lectura
teniendo presente este esquema. Todos los juicios críticos han de relacionarse
muy estrechamente entre sí. Divídalos en principales y secundarios, lo que le
permitirá una más clara visión del conjunto del tema y un esclarecimiento más
completo de los conceptos. La mezcla de hechos y opiniones sin cohesión y
relación alguna entre sí, de nada o de muy poco le servirá. Es necesario
condicionar siempre el conjunto. Agrupe los detalles de las líneas
fundamentales. Medite la lectura punto por punto, encuadrándola en el esquema
mental que previamente se trace como guía. Si tiene duda, vuelva al libro
cuantas veces haga falta y relea aquello que no haya comprendido bien, llegando
incluso a modificar las líneas básicas prefijadas si fuera necesario. Lo
importante es tener la seguridad de que el tema ha quedado completamente
organizado para su estudio y comprensión.
Para
obtener un mayor rendimiento de la lectura, estudie formulándose repetidamente
preguntas acerca de las ideas principales de sus asignaturas y anotando las
respuestas que se le ocurran.
Este
método de recitación, hábilmente empleado, contribuye en gran manera a dar la
eficacia deseada a sus estudios periódicos. Para desarrollarlo formúlese una o
varias preguntas respecto a cada fragmento de lectura, cuidando de que se
relacionen lo más directamente posible con el nervio de la materia que trata.
Estas preguntas conviene que las escriba en su libreta, anotando, debajo de
cada una de ellas, la contestación, la contestación que le sugiera la lectura
en conjunto y su propio criterio. Limítese a los puntos esenciales, sin
preocuparse excesivamente de los secundarios. De este modo se formulará un
punto de vista particular y razonando sobre el contenido del libro. Cuando
lleve a efecto el repaso, bien sea inmediatamente después de leer, bien pasado
más tiempo, hágase las preguntas y, sin mirar las respuestas, trate de
contestar por ustedes mismo los puntos esenciales que en ellas se plantean,
consultando finalmente la libreta es que anotó con anterioridad las respuestas,
comprobando de este modo si se ha equivocado. Siempre que lo juzgue oportuno,
consulte el libro de nuevo para refrescar la memoria y enriquecer sus
conocimientos, fortaleciendo así sus juicios en todo aquello que sea preciso.
Además
de todas estas pruebas, conviene también que trate de recordar cuanto se
relacione con los principales asuntos que las preguntas entrañan.
Autoexamínese, repitiendo preguntas y respuestas hasta fijar en su mente un
conjunto temático claro, completo y razonado de cuanto ha estudiado.
En
este proceso de autorrecitado es de gran importancia ir más allá del libro,
ampliando sus ideas con cuanto tenga una relación más o menos inmediata con la
finalidad perseguida por la materia. Incorpore este pensamientos suplementarios
y críticos a las respectivas anotaciones de su libreta, ya entre paréntesis, ya
con sus propias iniciales o de cualquier forma que pueda diferenciarlos de las
idea expuestas por el autor del libro.
CÓMO
SE MANTIENEN Y COMPRUEBAN LOS PROGRESOS EN EL PERFECCIONAMIENTO DE LA
LECTURA
El
mayor estímulo es el éxito comprobado. El hecho de ver pruebas concretas del
adelanto conseguido en su lectura lo animará a superarse más todavía.
Conociendo los progresos que vaya realizando habrá encontrado el más poderoso
incentivo para mejorar progresivamente. El tema principal de este capítulo
puede enunciarse así:
P Prepare
un programa definido para la práctica diaria de la lectura y planeé también un
método para comprobar sus progresos con toda exactitud.
L Las
condiciones que siguen le podrán servir de modelo:
Emplee por lo menos quince minutos diarios en el ejercicio de lectura rápida
Emplee por lo menos quince minutos diarios en el ejercicio de lectura rápida
Este ejercicio puede efectuarlo en sus primeros trabajos, bien en las propias
asignaturas, bien en otros libros, revistas o diarios, lo que constituirá una práctica
especial de lectura sin relación directa con las materias que vaya a estudiar.
Si le es posible dedicar media hora a este ejercicio en ves de los quince
minutos señalados, lógicamente los resultados serán proporcionales al mayor
esfuerzo. Pero es mucho más importante realizar este ejercicio de manera
regular y constante día tras día, procurando siempre una mayor rapidez, sin
dejar por ello de captar las ideas.
Auto - examínese cada tres días para comprobar sus progreso.
Auto - examínese cada tres días para comprobar sus progreso.
Anote
todos los datos concernientes a la prueba realizada, para comprobar tanto la
rapidez de la lectura como su comprensión.
CIENCIAS NATURALES
CIENCIAS SOCIALES
CRONOGRAMA DE LECTURA GRADO
PRIMERO 2016
NOMBRE DEL LIBRO
|
FECHA DE
INICIO
|
FECHA DE
CIERRE
|
TALLER LITERARIO
DE EVALUACIÓN
|
MARTIN
TOMINEJO.
Lina María Pérez Gaviria.
Editorial Panamericana.
|
FEBRERO
|
JUNIO
|
JULIO
|
EL DEDO DE ESTEFANIA.
Y OTROS CUENTOS.
Irene Vasco.
Editorial Alfaguara.
|
AGOSTO
|
OCTUBRE
|
NOVIEMBRE
|
CIENCIAS NATURALES
NOMBRE
DEL LIBRO
|
FECHA
DE
INICIO
|
FECHA
DE
CIERRE
|
TALLER
LITERARIO DE EVALUACIÓN
|
3. AMARANTA PORQUÉ
Nicolás Buenaventura
Editorial Panamericana
|
AGOSTO
|
OCTUBRE
|
NOVIEMBRE
|
CIENCIAS SOCIALES
NOMBRE
DEL LIBRO
|
FECHA
DE
INICIO
|
FECHA
DE
CIERRE
|
TALLER
LITERARIO DE EVALUACIÓN
|
4. CARLOS
Ivar da Coll
Editorial Alfaguara.
|
AGOSTO
|
OCTUBRE
|
NOVIEMBRE
|
Para reflexionar un poco!!!!.....