lunes, 6 de junio de 2016

LA LECTURA COMO HERRAMIENTA PARA MEJORAR LAS HABILIDADES COMUNICATIVAS Y LAS COMPETENCIAS BÁSICAS EN TODAS LAS ÁREAS DEL CONOCIMIENTO EN LOS NIÑOS Y JÓVENES

La lectura hace al hombre completo; la conversación,

 ágil, y el escribir, preciso”
.
Sir Francis Bacón


“La lectura se convierte en placer sólo cuando entra en
 juego nuestra capacidad de creación, es decir, cuando
 se tiene la habilidad de activar nuestras capacidades”.
Wolfgang Iser

La propuesta está orientada a fortalecer los procesos en la lectura y escritura de nuestros niños y jóvenes; teniendo en cuenta las pruebas SABER de acuerdo a lo emanado por el Ministerio de Educación Nacional quien a su vez resalta la importancia de formar lectores competentes en cada una de las áreas del conocimiento.

Basados en el placer de leer, reconocemos que en las primeras edades de la escolaridad leer es uno de los mayores goces cuando hemos sabido estimular en los niños el deseo de aprender e imaginar para recorrer el mundo de la fantasía.

Para el niño y adolescente, leer se convierte en una aventura  cuando descubre que puede a través de ella, recorrer el mundo, y se siente motivado si  los que están a su alrededor, también gozan con esta actividad y la convierten en hábito cotidiano leyendo con agrado todo lo que llega a sus manos.

Inmersos en la cultura audiovisual, nuestros jóvenes están habituados al ritmo en ocasiones frenético de las imágenes, a una narrativa donde prevalece la intensidad de lo que se ve sobre el discurso que se escucha. Son generaciones que han desarrollado más las emociones que el pensamiento lógico.

En consecuencia, junto al fortalecimiento de habilidades comprensivas y críticas (capacidad de atención, de observación, de establecer relaciones y de argumentar puntos de vista o impresiones), debemos tener en cuenta su sensibilidad, sus resortes para la empatía, su carácter curioso, su espontaneidad, su fantasía e intuición. Apostamos a la lectura como vivencia individual y colectiva, no por el comentario de texto al uso, cuyas fases sean contenido de aprendizaje sin eficacia sino por el contrario la más maravilla forma de conocer.

 ¿Leer es aprender?

Leemos la vida misma al abrir los ojos y darnos cuenta que existe un mundo alrededor nuestro.  Aprendemos aún antes de nacer, a través de todos los sentidos  y no dejamos de aprender hasta el momento de morir. Interpretamos todo, “leemos todo”.  Aún los niños más pequeños “leen” y es que leer no es codificar y decodificar símbolos escritos. 

Es en este sentido el de leer todo,  que aprendemos… y en razón de ello, hemos de destacar la importancia del código oral, que acompaña a la lectura cuando los más pequeños aprenden a leer imágenes y a partir de ellas, elaboran inferencias, fijan su atención en las distintas escenas, las ven como compartimentos independientes y desarrollan su percepción visual y auditiva con cada actividad significativa.

El niño va creciendo y el acercamiento visual, sigue siendo importante.  Las lecturas sencillas, con letras grandes y frases cortas le animan a leer textos escritos, repetir palabras o hacer rimas ligeras, le ayudan a comprender lo leído. Se apoya siempre en ilustraciones atractivas con variedad de colores e incluso con soportes musicales.  A ellos les interesan los cuentos de hadas, de magia y  fantasía sin fin.


Conforme va avanzando en edad, su “curiosidad se interesan por muchas cosas que le rodean, sin embrago le siguen atrayendo los cuentos maravillosos”, las leyendas y narraciones fantásticas.

Casi a los 11 o 12 años, elige relatos de aventuras o sobre exploraciones, de intrigas detectivescas, de terror, reseñas biográficas, narraciones históricas, y antologías poéticas donde puedan sentir el amor, la libertad, la solidaridad, la amistad, la naturaleza, el misterio... Además, los cuentos fantásticos le llevarán a elegir temas de ciencia - ficción y los humorísticos, a los giros irónicos. Así descubre nuevos estilos y géneros que le ayudarán a definir sus gustos o preferencias.

En adelante, ya en la secundaria alta, los estudiantes, con suficiente autonomía, sabrán elegir sus propias lecturas, además de las recomendadas por los docentes de la especialidad  y sus inclinaciones irán de la mano con sus inclinaciones pre - vocacionales y vocacionales, así como la mejor utilización del tiempo de ocio o premeditadamente dedicado a la lectura de un buen libro.  Llamarán su atención además de aquellos géneros y temática conocida en años anteriores, buscarán lecturas románticas, épicas, ensayos, de historia, científicas, sociológicas, filosóficas,  entre otras muchas de su elección.


Por otra parte es de resaltar que esta propuesta se basa en el trabajo de motivación que ejercen los padres de familia, quienes se convierten en ejemplo para el logro exitoso de la propuesta, ayudando a la formación de hábitos lectores en los niños que los lleven a prepararse con responsabilidad y seguridad para cualquier tipo de prueba o circunstancia presentada o simplemente a para generar cultura a través de la lectura.    

OBJETIVOS



General

Fortalecer el proceso y hábito lector de los estudiantes del grado primero de la I.E Francisco de Paula Santander; a través del desarrollo de habilidades comunicativas y competencias básicas, con una metodología activa –participativa que conlleven a la formación de excelentes lectores con alto desempeño en todas las áreas del conocimiento.

Específicos
  • Motivar y concienciar los estudiantes de la importancia de poseer un hábito lector.
  • Aprovechar el uso y manejo de espacios con que cuenta la institución que apoyan el éxito de la propuesta. 
  • Desarrollar talleres de lectura comprensiva que permitan el desarrollo de habilidades y competencias; basados en los textos que se manejan dentro del periodo.
  • Valorar continuamente el desempeño individual y grupal de los estudiantes.
  • Aplicar el uso de reglas ortográficas en la escritura y producción textual.
  • Manejar vocabulario de acuerdo al nivel escolar en que se encuentran los estudiantes, ampliándose con el uso de la sinonimia y la antonimia de las palabras.
  • Realizar actividades internas de apoyo al proceso como: juegos, ejercicios de ortografía,  dramatizados, folletos, centros literarios entre otros, además de jornadas de lectura silenciosa en todas las áreas.
  • Cumplir con el cronograma planteado en el grado primero, dinamizando los procesos que se requieren para profundizar su temática y contenido.


LA LECTURA EFECTIVA COMO EJE DEL 

APRENDIZAJE

REGLAS PARA QUE LA LECTURA SEA

EFICAZ



 También es conveniente en la lectura dar rápida ojeada al tema o libro que nos interesa antes de entregarnos a él con mayor detenimiento.  Si el libro no tiene gran valor, bastará con esta primera lectura; pero si en ella advertimos su mayor trascendencia, entonces será indudable dedicarle una segunda más cuidadosa y minuciosa. La primera le habrá ayudado a obtener las ideas y puntos de vista más esenciales que en el tema se mantienen.
   
     Igualmente en este caso antes de examinar superficialmente un libro, artículo o lectura de cualquier índole, habrá de hacer los preparativos indispensables: piense sobre el tema, formule preguntas y plantee problemas que, en la propia lectura, encontrará resolución adecuada.

    Debe leer las anotaciones de sus lecturas anteriores y evocar las discusiones de que en el aula fue objeto el tema en cuestión y todo cuanto con él se relacione. Del mismo modo, descubriendo el estilo o escuela del libro o artículo que lee le será posible familiarizarse con él y, por consiguiente, obtener el mejor resultado.
    
     Antes de proceder, si el libro lo merece, a la segunda revisión intensiva y meditada, siga estas indicaciones:

Reflexione sobre el tema que va a leer y fórmese una idea de lo que espera descubrir en él.
     Compenétrese, en el mayor grado posible, con el libro y su autor.
    Examine superficialmente, con rapidez, la materia de qué trata, para obtener, con esta simple ojeada, un concepto de su conjunto y una idea aproximada del plan seguido.
    Tras esta preparación podrá dedicarse por entero a su lectura, teniendo bien presente las normas indicadas a continuación:

   Mientras lea, retenga en su mente el propósito de la lectura. Observe qué relación se mantiene entre sus propósitos y la finalidad que persigue la lectura. Cuando se de cuenta de que su mente está distraída y ajena por completo al trabajo, deténgase, concéntrese y una vez conseguido esto, continúe el pasaje que estaba leyendo.

    Asegúrese de que haya captado la idea fundamental de cada párrafo. Al final de cada parte, idea completa o división del tema, deje de leer durante un momento y describa, con sus propias palabras, la interpretación que le ha sugerido el pensamiento central, comprobando, de esta manera si concuerda con el autor, lo que lo convencerá de si ha asimilado o no.

   Hágase preguntas acerca del tema, ampliando con ella su comprensión. Estudie qué relación tiene con la línea temática. Si el párrafo no está claro, analice cada una de sus oraciones, y si, aun así, no esclarece sus dudas, entonces reflexione cada frase e incluso cada palabra. Es preciso conocer con exactitud el significado de cuantos vocablos compongan la lectura. Aproveche toda ocasión para, consultando el diccionario, enriquecer su léxico. Si tiene el convencimiento de haber comprendido perfectamente el párrafo leído, no pierda tiempo en las frases secundarias y continúe adelante. Únicamente será oportuno anotar los términos técnicos que vaya encontrando y que, más tarde, necesitará sin duda. Interrumpiendo de vez en cuando su lectura para recordar lo que acaba de leer, adopte el mejor método para asegurarse la perfecta asimilación de lo leído.  Esto podrá parecerle un derroche de tiempo, pero la experiencia y la práctica constante han demostrado que contribuye en gran manera a dar la debida eficacia al trabajo.




    De todos modos, no deje de suspender con frecuencia su estudio para pensar en lo que ha leído. Tenga la certeza de que esto le resultará más práctico que una lectura ininterrumpida.

    Aproveche debidamente el tiempo que dedica a los diferentes puntos de su lectura. Varíe de modo de leer según los casos. A aquellas partes más importantes y difíciles de la lectura es a las que debe conceder una mayor atención y el tiempo que sea necesario, hasta comprenderlas perfectamente. En cambio, las que le sean conocidas o no ofrezcan duda alguna las leerá simplemente, norma general a seguir con todo aquello que no corresponda a la finalidad perseguida. El secreto del estudio está en saber hallar las partes difíciles e importantes de la lectura y concentrarse en ellas.

    Haga reflexiones críticas acerca de la lectura. Saque sus propias conclusiones y vaya más allá del libro. Es de muy buen resultado emplear una parte del tiempo dedicado al estudio en meditar sobre el conjunto de lo que se lee, en vez de recordar tan sólo determinados fragmentos. La mayoría de los estudiantes aceptan como verdad indudable cuanto ven impreso en las páginas de un libro. Más lógica y conveniente es la actitud de quienes sopesan y consideran cuidadosamente los hechos, opiniones y teorías antes de hacerlos suyos. Nada es verdad por estar impreso. Ni es verdadero o falso por estar o no de acuerdo con sus nociones previas. Es aconsejable observar siempre una actitud de crítica imparcial hacia el tema que lea. Esté dispuesto a creer, pero no sea crédulo con exceso y analice cuando le digan. Examine seriamente los postulados y razonamientos sostenidos por el autor en sus conclusiones y nunca formule un juicio sobre aquello de lo cual no esté absolutamente convencido o no tenga elementos bastantes para enjuiciar.

En sus meditaciones, haga preguntas como éstas: ¿Desarrolla el autor verazmente los hechos? ¿Delimita con exactitud los sucesos de los comentarios? ¿Se ajusta en sus conclusiones al proceso general del libro? ¿Concuerdan aquéllas con mis puntos de vista particulares?
    
    Contestándose a estas preguntas, después de meditarlas con detenimiento, fijará sus ideas, estén o no identificadas con las del autor. Sin embargo, sus conclusiones deben ser lógicamente susceptibles de variación, eclécticas, nunca rígidas ni definitivas, ya que es fácil que se equivoque por falta de preparación.
      
     Llegue a formarse un concepto propio, buscando ejemplos y aplicaciones de lo leído, con lo que además, habrá sometido a un análisis crítico las opiniones del tratadista.
     
     Su nueva lectura estimulará constantemente el pensamiento sobre determinado número de temas que se relacionan con ella.

    Anote la idea fundamental de cada trozo leído. Es de gran utilidad señalar los puntos que se considera importantes a medida que se va llegando a ellos. La manera más sencilla de hacerlo es trazar una línea al margen de los pasajes que le interesen. Si son de gran importancia, hágalos resaltar con una doble línea. Ponga un signo de interrogación al lado de aquellos fragmentos que no entendió bien o sobre los que tenga necesidad de hacer averiguaciones posteriores. Claro está que existen muchos sistemas para señalar la lectura, pero es conveniente que adopte uno, éste u otro, pero siempre el mismo, empleándolo con toda lectura. Si el libro no es de su propiedad, realice las anotaciones la libreta o cuaderno aparte destinado a tal fin, para no estropear aquél.


    Cuando al final de cada página, idea o conjunto de ideas se detenga a meditar, sintetice el pensamiento primordial de lo leído por medio de una nota marginal lo más resumida posible e incluso marcando el resumen del propio autor. Anote asimismo cuantas preguntas le haya sugerido y todos aquellos puntos en que su criterio difiera del que expresa el autor. Haciendo notas críticas y marcando determinados pasajes de su lectura se verá forzado a pensar y a aprender sobre lo fundamental de ellos. Además, este procedimiento constituirá una gran ayuda cuando precise efectuar un repaso o revisión de los estudios o consultar sobre determinadas cuestiones.

   Mientras lea, trace un esquema mental o escrito del asunto. Repase toda la lectura teniendo presente este esquema. Todos los juicios críticos han de relacionarse muy estrechamente entre sí. Divídalos en principales y secundarios, lo que le permitirá una más clara visión del conjunto del tema y un esclarecimiento más completo de los conceptos. La mezcla de hechos y opiniones sin cohesión y relación alguna entre sí, de nada o de muy poco le servirá. Es necesario condicionar siempre el conjunto. Agrupe los detalles de las líneas fundamentales. Medite la lectura punto por punto, encuadrándola en el esquema mental que previamente se trace como guía. Si tiene duda, vuelva al libro cuantas veces haga falta y relea aquello que no haya comprendido bien, llegando incluso a modificar las líneas básicas prefijadas si fuera necesario. Lo importante es tener la seguridad de que el tema ha quedado completamente organizado para su estudio y comprensión.

    Para obtener un mayor rendimiento de la lectura, estudie formulándose repetidamente preguntas acerca de las ideas principales de sus asignaturas y anotando las respuestas que se le ocurran.


    Este método de recitación, hábilmente empleado, contribuye en gran manera a dar la eficacia deseada a sus estudios periódicos. Para desarrollarlo formúlese una o varias preguntas respecto a cada fragmento de lectura, cuidando de que se relacionen lo más directamente posible con el nervio de la materia que trata. Estas preguntas conviene que las escriba en su libreta, anotando, debajo de cada una de ellas, la contestación, la contestación que le sugiera la lectura en conjunto y su propio criterio. Limítese a los puntos esenciales, sin preocuparse excesivamente de los secundarios. De este modo se formulará un punto de vista particular y razonando sobre el contenido del libro. Cuando lleve a efecto el repaso, bien sea inmediatamente después de leer, bien pasado más tiempo, hágase las preguntas y, sin mirar las respuestas, trate de contestar por ustedes mismo los puntos esenciales que en ellas se plantean, consultando finalmente la libreta es que anotó con anterioridad las respuestas, comprobando de este modo si se ha equivocado. Siempre que lo juzgue oportuno, consulte el libro de nuevo para refrescar la memoria y enriquecer sus conocimientos, fortaleciendo así sus juicios en todo aquello que sea preciso.

   Además de todas estas pruebas, conviene también que trate de recordar cuanto se relacione con los principales asuntos que las preguntas entrañan. Autoexamínese, repitiendo preguntas y respuestas hasta fijar en su mente un conjunto temático claro, completo y razonado de cuanto ha estudiado.

    En este proceso de autorrecitado es de gran importancia ir más allá del libro, ampliando sus ideas con cuanto tenga una relación más o menos inmediata con la finalidad perseguida por la materia. Incorpore este pensamientos suplementarios y críticos a las respectivas anotaciones de su libreta, ya entre paréntesis, ya con sus propias iniciales o de cualquier forma que pueda diferenciarlos de las idea expuestas por el autor del libro.

 CÓMO SE MANTIENEN Y COMPRUEBAN LOS PROGRESOS EN EL PERFECCIONAMIENTO DE LA LECTURA

   El mayor estímulo es el éxito comprobado. El hecho de ver pruebas concretas del adelanto conseguido en su lectura lo animará a superarse más todavía. Conociendo los progresos que vaya realizando habrá encontrado el más poderoso incentivo para mejorar progresivamente. El tema principal de este capítulo puede enunciarse así:

P   Prepare un programa definido para la práctica diaria de la lectura y planeé también un método para comprobar sus progresos con toda exactitud.

L   Las condiciones que siguen le podrán servir de modelo:
    
    Emplee por lo menos quince minutos diarios en el ejercicio de lectura rápida


Este ejercicio puede efectuarlo en sus primeros trabajos, bien en las propias asignaturas, bien en otros libros, revistas o diarios, lo que constituirá una práctica especial de lectura sin relación directa con las materias que vaya a estudiar. Si le es posible dedicar media hora a este ejercicio en ves de los quince minutos señalados, lógicamente los resultados serán proporcionales al mayor esfuerzo. Pero es mucho más importante realizar este ejercicio de manera regular y constante día tras día, procurando siempre una mayor rapidez, sin dejar por ello de captar las ideas.

Auto - examínese cada tres días para comprobar sus progreso.
   Anote todos los datos concernientes a la prueba realizada, para comprobar tanto la rapidez de la lectura como su comprensión. 
      
CRONOGRAMA DE LECTURA GRADO 

PRIMERO 2016





NOMBRE DEL LIBRO

   FECHA DE 
INICIO

FECHA DE 
CIERRE
 
TALLER LITERARIO DE EVALUACIÓN

MARTIN TOMINEJO.
Lina María Pérez Gaviria.
Editorial Panamericana.
FEBRERO
JUNIO
JULIO

EL DEDO DE ESTEFANIA.
Y OTROS CUENTOS.
Irene Vasco.
Editorial Alfaguara.
AGOSTO
OCTUBRE
NOVIEMBRE
      
       CIENCIAS NATURALES


NOMBRE DEL LIBRO

FECHA DE
 INICIO

FECHA DE 
CIERRE

TALLER LITERARIO DE EVALUACIÓN

3. AMARANTA PORQUÉ
Nicolás Buenaventura
Editorial Panamericana
AGOSTO
OCTUBRE
NOVIEMBRE
      
        CIENCIAS SOCIALES


NOMBRE DEL LIBRO

FECHA DE 
INICIO

FECHA DE 
CIERRE

TALLER LITERARIO DE EVALUACIÓN

4. CARLOS
Ivar da Coll
Editorial Alfaguara.
AGOSTO
OCTUBRE
NOVIEMBRE

Para reflexionar un poco!!!!.....